miércoles, 30 de junio de 2010

En el atardecer de un dia de verano cuando el sol deja de resplandecer y asoma la luna llena en el horizonte. Cuando los mosquitos buscan las luces artificiales que empiezan a encender. Los ojos de los niños se cierran cansados del dia atorrullado. Las mujeres descansan del feliz dia que duerme. Cuando los pájaros se aposentan en árboles de ramas repletas de hojas. Vuestras mentes se relajan entre sueños y bostezos. En el tiempo mas sereno del dia. Donde refresca el rocío el calor del dia. Aquí, en vuestros descansos, nos encontramos con vosotros, os sonreimos y nos comunicamos con vuestros sueños, vuestras alegrías, vuestras apetencias. En el descanso de vosotros nosotros, podemos y lo hacemos, nos comunicamos para relajaros. Nos ocupamos de vuestros descansos, os cuidamos, nos metemos en vuestros sueños, os preparamos para el próximo dia. Damos vitalidad. Cuando no podemos estar con vosotros, enfermáis. Entonces otros se encargan de vuestra salud. Éstos os curan, hacen que las medicinas que os tragáis os hagan efecto. Si una vez estos intentos no se producen , entonces nuestros eternos, vienen a ayudaros a morir. A comprender el paso que daréis. A haceros compañía, y que veáis que solo se trata de un paso más para vuestra comprensión y avance. Nunca la muerte debe ser provocada, pues saltáis grandes escalones en vuestra existencia. Tanto el que muere por otro culpable, tarda en comprender el lugar a donde va, pero el que provoca la muerte queda en lugares muy bajos de su existencia que dificilmente recuperará. Solo en caso de no haber sido consciente podrá avanzar con normalidad. La justicia también se encuentra en peligro al condenar a morir. Tanto el que condena como el que ajusticia nunca encontrarán la paz, ni él ni sus descendencias.



Adios